No escojas tu color de labios por el tono de tu piel
Uno de los errores más comunes a la hora de escoger el color de tu barra de labios es fijarte en los que te gustan: hay que fijarse en los que te favorecen. Te puede gustar el rojo pasión pero que te siente fatal o un rosa pálido y que parezca que estés enferma. Escoger un color perfecto no es fácil y entran en juego varios factores: voy a revelarte uno. No te fijes ni en el color de tu pelo ni en el tono de tu piel: fíjate en tus ojos. Está comprobado que, visualmente, no se debe utilizar un tono más claro que el color de tus ojos. Es algo que rompe la armonía del rostro maquillado, por muy buen maquillaje que hayas conseguido.


Uno de los fallos más habituales de las que preferís un maquillaje natural y suave es elegir un rosa pálido o un beig suave: si tienes los ojos avellana, te va a sentar fatal. Por eso le quedan bien esos colores a las rubias con ojos claros, pero por sus ojos.
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